BUENOS AIRES.- Los investigadores a cargo de la causa del avión descubierto con 944 kilos de cocaína en Barcelona descartaron que la droga haya sido cargada en el aeropuerto internacional de Ezeiza, de donde el Challenger 604 salió el 1 de enero rumbo a España. A partir de ello, la Justicia argentina apunta de lleno hacia el aeródromo de Morón.
Se conoció ayer que la Fuerza Aérea estaba a cargo de la seguridad del predio, donde el aparato de los hermanos Gustavo y Eduardo Juliá permaneció cerca de 40 días. Así se desprende de un documento enviado por esa fuerza al jefe civil del aeródromo de Morón, Ricardo Palazón.
En el documento firmado por el brigadier mayor Marcelo Ayerdi, que fue difundido por distintos medios, Palazón fue comunicado el 24 de noviembre último sobre nuevas medidas de seguridad en la ex VII Brigada Aérea de Morón. Se trataban de cuatro medidas que iban a ser implementadas por el "Jefe de Servicio de Seguridad, Jefe de Turno y/o Jefe de Departamento de operaciones": controlar la identidad de personas; minimizar el ingreso y egreso de elementos sin autorización; controlar el desplazamiento y estacionamiento de vehículos y prevenir accidentes.
Palazón declaró el viernes ante el juez Alejandro Catania y manifestó que la seguridad de la estación aérea estaba a cargo de la Fuerza Aérea. No obstante, admitió que el puesto más cercano al lugar, conocido como El Chalet y situado frente a la plataforma en la que estuvo el avión, era controlado por la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC).
Días atrás, el tercer detenido en España (además de los Juliá), Matías Miret, dijo desde una cárcel de Barcelona que la droga fue cargada en la Argentina.
Por otro lado, el sindicalista gastronómico, Luis Barrionuevo, reconoció ayer que viajó más de 100 veces en el avión y manifestó que en el mismo aparato el ex presidente Néstor Kirchner realizó su campaña en 2003. Barrionuevo replicó de esta forma las acusaciones del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y de otros miembros del Gobierno. (NA-DyN)